
Hay muchos superlativos que utilizamos en exceso (y de manera incorrecta) al referirnos a los músicos que más admiramos cuando mueren. Pero al llamar a Tina Turner la Reina del Rock n’ Roll no estamos exagerando; sencillamente es un hecho.
Tina Turner cantaba con una autenticidad áspera y una exuberancia ilimitada que no tenía igual en los 60. Le enseñó a bailar a Mick Jagger, inspiró a todos, desde David Bowie hasta Beyoncé, y logró el máximo regreso en los 80, cuando su exitoso álbum Private Dancer catapultó a la superviviente a la cumbre del pop a sus 40 y tantos años.
Como se detalla en la película biográfica de 1993 protagonizada por Angela Bassett What’s Love Got to Do With It, la vida de Turner no fue fácil. Creció en la zona rural de Tennessee, comenzó a cantar con su futuro esposo Ike Turner cuando era solo una adolescente y padeció su comportamiento abusivo y controlador durante años antes de finalmente escapar de él y seguir su propio camino. Su éxito como solista no fue inmediato. Tras años de arduo trabajo, puertas que se cerraban y llamadas sin respuesta, protagonizó en los 80 un notable regreso a la música que, en muchos sentidos, sigue siendo la pauta esencial para cualquier estrella del rock o del pop que supuestamente es demasiado mayor para lograr éxito con sus canciones.
En honor a la vida y obra de este ícono inimitable, reunimos 15 de las mejores canciones de Tina Turner. Aunque incluye muchos hits de los charts, como “What’s Love Got to Do With It”, que llegó al No. 1 del Billboard Hot 100, esta no es una lista basada en las listas de popularidad, sino más bien editorial. Incluye canciones que lanzó durante su carrera pionera como parte del dúo Ike & Tina Turner, así como también clásicos que interpretó como solista.
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“Goldeneye” (1995)
Al asumir Pierce Brosnan el papel del agente 007 tras la pobre acogida de las cintas protagonizadas por Timothy Dalton, James Bond tuvo un regreso cultural casi tan impresionante como el de Tina, por lo que tuvo sentido que ella agraciar a la franquicia con su valor y presencia a través de la estridente canción homónima de GoldenEye, escrita por Bono y The Edge. Puede que se haya contenido un poco al recurrir casi a susurros, por así decirlo, pero aun así, Tina se lució. — Joe Lynch
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“Typical Male”, No. 2 en el Hot 100 (1986)
El regreso de Turner en los años 80 fue sorprendente por varias razones, entre ellas, que en un mundo centrado en la edad de las mujeres (sí, no ha cambiado mucho), ascendió en las listas de popularidad siendo una cuarentona, sin dejar de hacer alarde de su irreverente sexualidad y personalidad. En el gran éxito “Typical Male”, con Phil Collins en la batería, se la ve dándose sus artes y sus mañas para “inclinar la balanza” ante un abogaducho tonto que no es más que “un típico macho, un macho típico”. — J. Lynch
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“The Acid Queen” (1975)
Independientemente de lo que pienses sobre el enfoque de Ken Russell de que más es más en la ópera rock Tommy de 1975, Tina Turner se robó el show con su actuación en la película. La versión original de The Who es sorprendentemente comedida para una canción titulada “The Acid Queen”, algo que la entrega amenazadora y casi estridente de Turner rectifica afortunadamente. — J. Lynch
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“Funkier Than a Mosquita’s Tweeter” de Ike & Tina Turner (1971)
En el lado B de la emblemática versión del dúo de “Proud Mary”, esta canción, escrita por Aillene Bullock, la hermana de Tina, es un encendido ataque a un “viejo sucio” que disfraza sus intenciones recurriendo a un consabido proselitismo de “cielo y gloria”. Con una percusión incesante y una línea de bajo con reverberación de fondo, Tina detalla de manera lenta pero segura las deficiencias del repulsivo viejo antes de abofetearlo con un beso de despedida funky en el coro, como si se tratara solo de un mosquito fastidioso. — J. Lynch
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“River Deep - Mountain High” de Ike & Tina Turner, No. 88 en el Hot 100 (1966)
Aunque no logró ser el abrumador éxito en los charts que Phil Spector anticipaba, “River Deep – Mountain High” es, no obstante, una joya resplandeciente y definida en el extenso catálogo de la artista. Como corresponde al título de la canción, la voz de Turner emana de lo profundo antes de elevarse en un momento a un mayor registro. Y se requiere de una profesional como Tina para cantar sobre amar a un hombre adulto “como yo amaba a ese muñeco de trapo” con lágrimas en la voz y hacértelo creer. — J. Lynch
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“It's Gonna Work Out Fine” de Ike & Tina Turner, No. 14 en el Hot 100 (1961)
“It’s Gonna Work Out Fine” de Ike & Tina se convirtió en uno de sus tempranos clásicos de rock, un delicioso vaivén sobre un groove de soul sureño denso y pegajoso. La capacidad de Tina de ser gutural y visceral sin distraernos con lo dramático no tiene paralelo mientras cantaba con un Ike mucho menos comprometido: “If your love is half as true/ As the love I offer you/ Oh darling, I think it’s gonna work out fine.” (Si tu amor es la mitad de auténtico/ Como el amor que te ofrezco/ Ay cariño, creo que va a funcionar). Desafortunadamente, no funcionó en su caso, pero el horrible fin de la pareja no resta un ápice a su vitalidad en la canción. — Andrew Unterberger
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“Break Every Rule”, No. 74 en el Hot 100 (1987)
Sin ser un éxito tan grande como el sencillo anterior “What You See Is What You Get”, la canción que da título a Break Every Rule (que vino después del exitazo Private Dancer) demostró que la naturalidad y determinación de Turner para el rock and roll no tenía igual en los 80. Mientras muchos rockeros juegan a saltarse los convencionalismos, Turner, que rompió casi todas las reglas que los grandes de la industria imponían a las estrellas del pop en los 80, tenía una razón mucho más grande para subvertir las expectativas que la mayoría. — J. Lynch
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“I Can’t Stand the Rain” (1984)
A primera vista, la versión de Tina Turner de “I Can’t Stand the Rain” no debería funcionar: reinventar un venerado clásico de R&B de la leyenda del soul de Memphis Ann Peebles para un álbum inspirado en el rock suena como una tarea difícil para casi cualquiera. Sin embargo, “Rain” muestra el impresionante rango vocal de Turner en plena forma, imprimiendo a la canción el sabor distintivo suficiente para hacerla propia mientras explora todo el dolor y la angustia con la conmovedora letra, coescrita por Peebles. — Stephen Daw
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"We Don't Need Another Hero (Thunderdome)”, No. 2 en el Hot 100 (1985)
A mediados de los 80 las baladas poderosas para bandas sonoras tuvieron su primera edad de oro, y era de esperar que, tras su regreso, Tina Turner plantara su bandera en ese frente. El poder y la textura de su voz elevan este himno bastante absurdo de la tercera película de la serie de Mad Max (que Turner coprotagonizó, por cierto) a algo genuinamente conmovedor y resonante. Puedes incluso olvidarte de la película si logras pasar por alto la mención de “Thunderdome” en el coro. Y si lo ves como una réplica de “Holding Out for a Hero” de la también diva de las bandas sonoras de los 80 Bonnie Tyler, aún mejor. — A. Unterberger
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“Nutbush City Limits” de Ike & Tina Turner, No. 22 en el Hot 100 (1973)
Animada por un fogoso y denso riff de guitarra, una línea de bajo juguetona y trompetas contundentes, “Nutbush City Limits”, escrita por la propia Tina, es una canción funky en la que se siente su nostalgia por su infancia en Tennessee, desde la iglesia hasta el molino de algodón en aquel “pueblito rural”. — J. Lynch
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“Better Be Good to Me”, No. 5 en el Hot 100 (1984)
En medio del torbellino del histórico regreso de Turner con Private Dancer, “Better Be Good to Me” demostró definitivamente que el dominio de la Reina del Rock n’ Roll no sería breve. La deslumbrante balada de rock (originalmente grabada por el grupo de rock británico Spider en 1981), que valió a Tina su segundo top 10 consecutivo en el Billboard Hot 100, se erige como un brillante ejemplo del excepcional talento vocal de la estrella. Incluso entre vistosos riffs de guitarra, Turner mantiene a su público “cautivo” con su singular y emotiva voz. Y como sobreviviente de un matrimonio abusivo, Turner deja en claro que aunque le abre las puertas al amor, no va a poner en riesgo la independencia y autoestima que consiguió con tanto esfuerzo. — S. Daw
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“The Best”, No. 15 en el Hot 100 (1989)
Está ahí, en el coro: Tina Turner fue simplemente “la mejor”. En este sencillo de Foreign Affair, que se convirtió en una canción emblemática de Turner pese a que Bonnie Tyler la grabó primero, le canta a un enamorado incomparable, agregando un anhelo insaciable a la picante letra. “When you come to me/ Give me everything I need” (Cuando vengas a mí/ dame todo lo que necesito), gruñe, imbuyendo su voz de un amor y admiración profundos que elevan a lo más alto su contundente golpe. — Katie Atkinson
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“Proud Mary” de Ike & Tina Turner, No. 4 en el Hot 100 (1971)
Sí, técnicamente se trata de una canción de Creedence Clearwater Revival, pero Turner más o menos se adueñó de ella con esta versión de la sensacional canción sureña en 1971. El tema fue durante décadas un elemento básico de sus actuaciones en vivo, en las que comenzaba cantando lentamente — “de vez en cuando nos gusta hacer las cosas bonito y fácil” — antes de estallar en un inevitable torbellino, ya que “por alguna razón, parece que nunca hacemos nada bonito y fácil”. — Katie Bain
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“Private Dancer”, No. 7 en el Hot 100 (1984)
La versión que Tina hizo de “Private Dancer” de Mark Knopfler ofrece una de sus vocalizaciones más sutiles y discretas. Tanto en la canción como en el video dirigido por Brian Grant, la artista encarna a una “bailarina contratada” desilusionada, una mujer que baila para extraños por dinero. Suena cansada y derrotada al comienzo de la canción, pero poco a poco recupera su fuerza. Dire Straits quiso el tema para su álbum de 1982 Love Over Gold, pero a Knopfler no le pareció adecuado para un hombre y se la pasó a Turner. Gracias a Dios que lo hizo, porque la grabación de Turner se encuentra entre las mejores de todos los tiempos, y eso no es poco. — Paul Grein
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“What’s Love Got to Do With It”, No. 1 en el Hot 100 (1984)
En realidad, Tina Turner no quiso grabar “What’s Love Got to Do With It” cuando sus mánagers le presentaron la canción, diciendo en el documental de 2021 que le pareció “terrible”. Pero el lento synth-pop la llevaría inevitablemente a cambiar de opinión, haciendo de ella la canción más importante de su carrera. Caminando por la estrecha línea entre el amor y el odio en altísimos stilettos, Turner encarnó el anhelo y el desdén de necesitar un amor cuando, después de todo, te puede romper el corazón. Con tres semanas en el No. 1 de la lista Hot 100, tres premios Grammy y el título de su película biográfica de 1993, este himno de resiliencia se convirtió en la canción que definiría su incomparable carrera. — K. Bain