Ana Gabriel comparte su poder secreto para llenar arenas
La cantautora mexicana recibirá el premio Leyenda Viviente en la gala Mujeres Latinas en la Música de Billboard.
La primera persona que creyó en el talento musical de María Guadalupe Araujo Yong, luego conocida como Ana Gabriel, fue su abuelo, Roberto Yong. Nacido en China, su hermana había sido cantante de ópera, y fue él quien le enseñó a la pequeña a controlar la respiración, a cuidar su voz, a respetar el escenario. También fue él quien le dijo: “Trata de ser de las manzanas verdes, la roja”.
Así lo hizo, y contra toda expectativa — pues en sus comienzos le decían que su característica voz ronca era “antiestética” — colocó 27 álbumes en la lista Latin Pop Albums (la mujer con más títulos en esta lista) y seis No. 1 en Hot Latin Songs, incluyendo los megaéxitos “Ay amor” y “Evidencias”, ambos escritos por ella, como el 90% de sus hits. En el exclusivo chart de Billboard Greatest of All Time Latin Artists (Artistas Latinos Más Grandes de Todos los Tiempos), Ana Gabriel figura en el No. 25.
Hoy, con más de 60 años, la cantante y compositora mexicana sigue siendo una fuerza de la naturaleza. Su actual gira mundial Por Amor a Ustedes, que recorre 36 arenas en Estados Unidos, México y República Dominicana, está completamente vendida, y adelanta planes para cantar en el histórico teatro Olympia de París — un lugar perfecto para una leyenda viviente.
No puedo pensar en ninguna otra mujer latina que a esta edad siga recorriendo los escenarios del mundo con tanto éxito. ¿Por qué lo haces?
Porque hay un público detrás de mí que es mi base, que me lleva de la mano en lo que yo les doy como persona, como ser humano, como cantante, como compositora. Porque arriba del escenario no hay una mentira, y soy la misma: la que está abajo, la que está hablando ahorita contigo, y la que está en el escenario. Nada más que una maquillada, y otra sin maquillaje.
Este público es el responsable de que me hagan una leyenda viviente. Es el público que me ha sostenido durante muchos años porque no les he mentido. Me conocen tanto, tanto, tanto, que cuando guardo distancia o silencio es que saben que me estoy tomando un tiempo para reciclarme como ser humano.
Me dijiste que llevabas algún tiempo trabajando tu parte spiritual. Cuéntanos un poco.
En los últimos 25 años he reafirmado esa búsqueda. Los años te van abriendo otros campos, te prenden lucecitas y te apagan otras. Pero mi búsqueda espiritual viene desde niña por el contacto tan cercano y tan directo que tuve con mi abuelo chino. Él me hablaba mucho de cómo ellos manejaban el zen, el centro. El cómo a veces tenemos que controlarnos y cómo tenemos que aprender a controlarnos. Porque una cosa es tener el carácter y otra cosa es ser fuerte de carácter. Hay que definirlo. Y eso me ha costado mucho trabajo. Lo único que sí te puedo asegurar es que yo nunca me subí a un ladrillito. Siempre estuve con los pies bien en la tierra para saber de qué tamaño es mi estatura.
¿Tu abuelo fue el que te enseñó a cantar?
Mi abuelo es el que me dio los consejos como cantante, cómo colocar la voz, la respiración para no lastimar las cuerdas vocales. Él me dio los ejercicios que yo muy chica no lo entendía y que después al pararme por primera vez en [un escenario] en el año 74, me di cuenta lo que él me estaba enseñando. Me enseñó a leer en voz alta con un lápiz bajo la lengua para la dicción.
¿Alcanzó a verte parada en un escenario?
Me alcanzó a escuchar grabando, pero no parada en un escenario. [Aun así] le emocionó bastante verme y comprendió que yo había nacido para eso. Mi gran inspiración para cantar fue mi abuelo. Me habló mucho de lo espiritual, de esa parte que tengo que proteger. Que antes del escenario diera las gracias y pidiera permiso para entrar al escenario.
Te tomó 10 años lograr que creyeran en ti en una disquera. ¿Por qué?
No me tomó 10 años firmar a un sello, sino que adentro del sello creyeran en la voz, que creyeran en lo que trae Ana Gabriel y lo apoyaran. Decían: “Es que tu voz es como extraña”. Ellos decían “antiestético”. Era todo lo contrario de lo que se escuchaba en ese momento, que eran voces muy agudas, y yo llego con todo lo contrario. Aun cuando mi voz es muy ronca, tengo una tesitura muy alta. Eso es lo que no entendían. Pero también las disqueras, voy a decirlo abiertamente, siempre han tenido miedo a arriesgarse. Si funcionó una canción, quieren otra igual. Y yo aprendí de mi abuelito, “trata de ser de las manzanas verdes, la roja”. Ser diferente cuesta mucho, pero si tienes paciencia lo logras.
¿Te consideras compositora primero e intérprete después?
Yo me identifico como las dos cosas. Hay una dualidad muy grande. Cuando yo empiezo a componer, de hecho me daba vergüenza exponer mi música. Decía, “¿cómo voy a abrir mi espíritu, cómo voy a abrir mi alma a gente que no conozco? Yo prefiero cantar canciones de otros compositores”. Pero viene mi primera composición y es cuando me doy cuenta que lo que le gusta al público eran MIS canciones. Aunque yo cantara de otros compositores, el 90% de mis grabaciones son composiciones mías, música y letra.
“Ay amor” fue tu primer No. 1 en Hot Latin Songs. ¿Recuerdas qué sentiste en ese momento?
Di gracias a Dios. Di gracias a mis padres. A mi familia. Y vuelvo otra vez al público. Sin el público no puedes llegar a esos niveles. Nunca dije, “ah, por fin lo logré”. De hecho, todavía puedo decir que no lo he logrado. Si pienso que ya la hice voy a sentarme en un punto confortable y no me va a dejar crecer. Uno no se puede conformar.
Al terminar esta gran gira, ¿qué viene para ti?
Primero que nada, seguir teniendo salud. Tengo que aprovechar que todavía puedo cantar, todavía puedo moverme, brincar en el escenario. Lo que no quiero es fallarle al público en un escenario. Cuando termine mi gira en Europa, voy a reponerme un poco y volver a meterme al estudio. De hecho, ya vamos a meternos a grabar la canción que canto en un reconocimiento para dos amigos que se me fueron: Juan Gabriel y Rocío Dúrcal. Y ver qué hacemos con el Olympia de París, que presentarme ahí es uno de los sueños más grandes de mi vida. [Después de Lola Beltrán y Chavela Vargas] sería la tercera mexicana en pisar ese escenario.
— Parte de una serie de historias de portada sobre la primera edición de Mujeres Latinas en la Música de Billboard, que se transmitirá el domingo 7 de mayo por Telemundo. Para asistir a la gala en vivo el 6 de mayo en Miami, compra tus boletos en este link.